La amistad es como una semilla, hay que sembrarla, cuidarla y darle abono para que así crezca fuerte y dure por siempre.
Lo que hace que la mayoría de las mujeres sean tan poco sensibles a la amistad es que la encuentran insípida luego de haber probado el gusto del amor.
La amistad mas preciada a veces yace olvidada, debes intentar recordarla antes de que quede acabada.
Entre las juguetonas sombras de la amistad, se esconde agazapado el frío puñal de la traición. Abre los ojos.
La verdadera amistad es la que sigue a tu lado incluso cuando no te queda nada por ofrecer salvo tu compañía.